02 noviembre 2018

La atracción por lo opuesto



Esperaba algo diferente de La vida de los otros. Me han recomendado muchas veces esta película, me han dicho en alguna ocasión lo buena que era. Pero sin más detalle, solo me contaron algo del argumento. Mi desconocimiento sobre lo que iba a ver hizo que esperara ver una película violenta y llena de crueldad. Y la verdad es que lo es, pero no de la forma que yo suponía.

Nos situamos en 1984, cuando a un oficial de la Stasi, la policía secreta del régimen comunista de la antigua República Democrática Alemana, se le encarga vigilar a una pareja, ella actriz de teatro, y él escritor. La vida de ambos, vigilada hasta el más mínimo detalle, irá influyendo de manera radical en el oficial, un funcionario de la Stasi con 20 años de servicio, totalmente frío, metódico y convencido de las bondades del régimen socialista. Su atracción por la pareja acabará afectando a su vida y sus ideales de una forma drástica.

La vida de los otros habla de la soledad del individuo, de aquel que estructura su existencia alrededor de una idea y el desasosiego que siente al contemplar cómo las anteriores convicciones que regían su vida se hacen añicos. ¿No os parece que solo cuando todo se desmorona a su alrededor él empieza a ser libre? Es como si hiciera falta una convulsión en su vida para volver a verlo todo, como si fuera la primera vez.
Lo más conmovedor de la película, para mí, es ver la transformación del policía. Él mediante su observación de las vidas de los otros, llega a experimentar por primera vez el arte, la poesía y la música. Cautivado por lo que oye y escucha a hurtadillas de las personas a las que vigila, literatura, música, arte, poesía y relaciones sexuales apasionadas, el espía comienza a cambiar. Al mismo tiempo que empieza a apreciar la belleza, comienza a arriesgarse por salvar lo que considera justo.

El arte juega un papel fundamental en la película. Es indudable su poder para unir a personas de distintos pareceres políticos. La vida de los otros es un alegato a la libertad de creación por encima de dictaduras y regímenes políticos. El corazón de la historia está en una frase pronunciada por el escritor: "Si uno ama el arte ¿puede ser otra cosa que un buen hombre?".

La Sonata para un hombre bueno’, la composición musical que ronda la película nos recuerda, según explica el propio director, que los seres humanos tienen la capacidad de hacer lo correcto, mediante procesos de empatía e identificación con los otros, incluso en condiciones sociales que parecen erradicar cualquier posibilidad de bondad.

El director y también guionista de La vida de los otros es Florian Henckel von Donnersmarck, quien debuta en la realización de largometrajes con este film. Firma un gran guion en equilibrio con el reparto que interpreta su texto. Aunque, sin duda, el actor con el que me quedo es con el oficial de la Stasi. Las expresiones de su cara lo dicen todo, no es necesario que hable. Donnersmarck tiene el mérito de haber conseguido con su ópera prima ganar el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en el año 2007.

Entiendo el atractivo de la vida de los otros. Enamorarte de los que están al otro lado. Es propio de románticos, de gente triste y romántica. Personajes y argumento difícil de creer para algunos, para otros simplemente perfecta. Vedla y decidid vosotros mismos.