01 septiembre 2021

Qué fue de los Mulvaney: Retrato de una familia perfecta

Ficha técnica

Joyce Carol Oates, la autora de Qué fue de los Mulvaney nació en Lockport, Nueva York, en 1938. Autora de más de 50 novelas, más de 400 relatos breves, más de una docena de libros de no ficción, ocho de poesía y otras tantas obras de teatro en cuatro décadas, es una de las grandes figuras de la literatura contemporánea estadounidense.


Joyce Carol Oates. Foto: Jeff Zelevansky

Esta ha sido la primera obra que leo de la autora, no será la última. Por las opiniones que he leído de ella parece que o se la odia o se la ama, no concibo que nadie pueda odiar su estilo narrativo, construye personajes e historias muy creíbles, al leerlo te produce la sensación de que podrías ser cualquiera de ellos y que los hechos podrían ocurrirte a ti.


Joyce Carol Oates: "Escribir comienza con el pensamiento" / Vía: YouTube


El matrimonio Mulvaney tiene una vida idílica; son felices en High Point Farm, su adorada casa de campo, con sus cuatro hijos. Son una familia acomodada y respetada por su comunidad y también son una familia muy unida, un hogar en el que reina la armonía y donde las canciones y las risas son la banda sonora.
“Es un alivio no tener que preocuparte por dónde estás. Todo ese orgullo que teníamos, en casa, y esa ansiedad. Llevando una especie de... no sé... vida familiar modélica”.
Todo esto se rompe bruscamente el día de San Valentín de 1976 cuando algo le ocurre a Marianne, la única hija del matrimonio; este suceso, que no sabremos exactamente en qué consistió hasta bien entrada la novela, hace que se resquebraje la hasta entonces vida perfecta de los Mulvaney. Toda la narración fluye en torno a ese día pero lo cierto es que es la excusa de la autora para hacernos un detallado retrato de la sociedad americana así como de sus convenciones y prejuicios.

“A veces, las familias son así. Una cosa va mal y nadie sabe cómo arreglarla y pasan los años y… nadie sabe cómo arreglarla”.

Destaco muy positivamente el ritmo de la prosa, va introduciendo al lector en la historia de Qué fue de los Mulvaney sin prisa aunque tampoco con lentitud, hasta que sin darse cuenta está tan metido en la historia que le es imposible dejar de leer. Además de su ritmo, la maravillosa ambientación que enmarca esta novela es otro de los factores que contribuyen a que vivamos la historia como propia; las descripciones que hace la autora tanto de lugares como de personas son cuidadas al detalle favoreciendo que podamos forjarnos una imagen muy completa de la historia.


“Cape Cod noche” (1939) / Pintura de Edward Hopper

La autora ahonda en la psicología de sus personajes y los construye de un modo magistral que facilita que podamos llegar a entender a la perfección los comportamientos de todos ellos, los compartamos o no y que, incluso, lleguemos a empatizar con alguno de ellos. Sus vidas podrían ser las vidas de cualquiera de nosotros; una existencia feliz que se ve alterada y rota por un suceso que nos atenaza tanto que nos deja sin capacidad de reaccionar frente a él. Así es la historia de los Mulvaney, una familia a la que le costó sangre, sudor y lágrimas poder salir a flote después del acontecimiento que marcó sus vidas.
“Sin embargo, no fue tan divertido una mañana de enero en que el termómetro exterior en la ventana de la cocina se mantuvo a diecisiete bajo cero, y los regueros de lágrimas se congelaron en las pálidas mejillas de Marianne, (...) Pero así era, las lágrimas que ella creía secretas, se habían convertido en hielo para que todos las vieran”.
Las diferencias sociales imperantes en la época, la importancia del dinero para prosperar en la sociedad, el estar predestinado a un determinado tipo de vida por el mero hecho de nacer hombre o mujer, incluso las creencias religiosas son utilizadas por la autora para conformar una aguda crítica social de la institución familiar de la época. Una sociedad plagada de prejuicios y modelos de vida, una sociedad hipócrita que ve bien que los cabezas de familia gocen de una total libertad mientras que sus esposas han de estar dedicadas al cuidado de la casa, los hijos y las decisiones del patriarca.
“Una aterradora posibilidad acudió a Patrick: nuestras vidas no son nuestras sino que se hallan en posesión de otros, nuestros padres. Nuestras vidas quedan definidas por los antojos, caprichos, crueldades de otros. Esa telaraña genética, los lazos de sangre. Era la más antigua maldición, más antigua que dios. -¿me aman?, ¿me quieren?¿quién me querrá si no lo hacen mis padres?”.
Qué fue de los Mulvaney es una gran novela que disecciona al milímetro el modelo de familia americana de los años 70 por medio de unos personajes fuertes y con mucha personalidad, unas descripciones muy buenas y una prosa magnífica que no dudo en recomendar.

“Al fin y al cabo, ¿qué es una familia sino recuerdos?”.