01 mayo 2022

Al final siempre ganan los monstruos: chavales sin futuro


Ficha técnica

Juan Manuel López, conocido como Juarma, nació en Deifontes, un pueblo en los Montes Orientales de Granada, en 1981. Desde los catorce años dibuja y escribe, aunque la mayoría de las cosas que ha escrito permanecen inéditas y sus ilustraciones están casi todas descatalogadas. Es, no obstante, un referente en el mundo del cómic underground.


Juan Manuel López, más conocido como Juarma/Fuente: www.granadahoy.com

Ha publicado tebeos y fanzines como Me gustas pero dentro de un nicho, Historia inventada del punk, Romance neandertal, Amor y policía o Libertad para lo mío, entre muchos otros. Ha trabajado como jornalero, obrero de la construcción, camarero, y más. También autoeditó un poemario, Poemas escritos a navajazos, casi dos décadas después de haberlo escrito.


Dibujo creado por Juarma/Fuente: @_Juarma_


Al final siempre ganan los monstruos no es una lectura para sentirse cómodo, sino para reflexionar y acercarte a una realidad a la que no solemos prestar atención, lo que te hace no arrepentirte de haberlo leído. En el libro, los monstruos son las drogas. Dicen que este libro es como la película Trainspotting, pero con chavales de Granada. Una juventud insatisfecha y con un futuro poco halagüeño.
“La cocaína era el centro de mi vida. Todo lo que hacía lo enfocaba hacia el consumo lúdico y compulsivo. Organizaba todo alrededor de ella. Todos mis planes, todas mis decisiones, todas mis ambiciones las determinaba la coca. Y a mí me gustaba”.

No se ven muchas historias desde el punto de vista de los adictos, muchas de ellas contadas en primera persona. También toman la palabra en ocasiones otros personajes que tienen una relación estrecha con ellos.
“Nunca he creído en el amor, ni en los putos sentimientos […] A veces tengo la sensación de que todo es mentira y de que con algunas ideas estúpidas intentamos llenar el vacío que es nuestra lucha por sobrevivir en este mundo tan asqueroso. No entiendo a las personas que son capaces de sentir algo que no sea terror a la vida”.
Al principio me resultó un poco desconcertante, porque no me quedaba claro quién era quién, pero pronto se distinguen las diferentes voces, ya que los personajes están muy bien delineados.
La cadena de acontecimientos que se narra en Al final siempre ganan los monstruos no tiene ninguna fisura. Es un libro duro que te hace empatizar con los personajes a pesar de que los protagonistas son la clase de tipos a las que querrías tener lejos en la vida real. Ayuda mucho que todo venga presentado de forma cruda, sin moralismos, ni posicionamientos. Es una literatura punk, no busca dejar buen sabor de boca y por eso es tan real, con un final que me ha parecido fantástico y muy acertado.



Portada del libro/Fuente: www.zendalibros.com

Todo gira en torno a cinco jóvenes que ya no son tan jóvenes. Tienen en común que son del mismo pueblo, que se conocen desde siempre y su adicción a las drogas. Aunque con diferentes situaciones familiares, todos se han criado en un ambiente sin futuro, llevan vidas anodinas, no tienen proyectos ni ilusiones y su vía de escape es la droga, especialmente la coca. Como la cocaína no causa destrozos evidentes en sus cuerpos, consiguen disimular frente a sus familias y en sus trabajos, donde están bien considerados. Pero las mentiras tienen que acabar saliendo a la luz, y al final todo se descontrola.
“[…] por eso éramos amigos. […] Habíamos construido un entorno a nuestra medida para consumir cocaína. Eso es lo que nos había quedado. La razón por la que seguíamos juntos”.
Al final siempre ganan los monstruos es la primera novela que publica. Fue escrita entre octubre y diciembre de 2017 en un Club de Lectura que él mismo creó en una red social. Participaron sesenta y cinco personas, para las que Juarma escribía sobre la marcha, sin guiones e ideas previas. El entusiasmo de sus lectores hizo que finalmente entrelazase las tramas, y que crease alrededor de los personajes todo un mundo ficticio que sin embargo se antoja de lo más real.


                    Juarma presenta Al final siempre ganan los monstruos/Fuente: YouTube

El final es impactante, cuando creías que los chicos que quedan del grupo de amigos original iban a terminar con un final feliz, todo se va al traste con un epílogo brutal y es entonces cuando comprendes porque el libro se titula de esa manera.
“Mis problemas no eran culpa de las drogas. Al final siempre nos ganan los monstruos que escondemos dentro. Que por mucho que te esfuerces y luches, los monstruos siempre acaban escapando de tu corazón y haciéndolo todo pedazos. Y que de alguna forma, es hermoso darlo todo y perder”.
Si quieres saber qué es lo que sucede en algunos pueblos de España, más que leer La España vacía yo me metería con Al final siempre ganan los monstruos.