01 febrero 2019

Una película incendiaria


Denis Villeneuve se ha convertido en uno de los cineastas más respetados y solicitados de Hollywood. Quizá entre sus películas más populares hasta el momento se encuentran La llegada y Blade Runner 2049. Pero no puedo pasar por alto Incendies (2010). Una joya del cine más reciente.

Las historias que pone en imágenes Villeneuve son para disfrutar, lentamente y a la vez con una gran intensidad debido al detallismo del canadiense en su dirección. El nombre de Villeneuve es de los que hay que tener en cuenta, uno de esos realizadores que afortunadamente no se dejan llevar por la moda imperante en el cine actual: narrar deprisa y corriendo. Un ritmo pausado que saborear como si se tratase de la música más maravillosa que estuvieses escuchando.


Incendies comienza con la historia de Jeanne y Simon Marwan, dos mellizos que viven en Canadá cuya madre Nawal, tras pasar sus últimos días sin hablar, acaba de fallecer. En el acto de apertura del testamento, el notario les da dos cartas que deben ser entregadas a un padre al que creían muerto y a un hermano cuya existencia desconocían. Jeanne decide entonces emprender un viaje al Líbano para intentar localizarlos y encontrar respuestas, pero Simon, en un primer momento, no quiere saber nada del tema. Un viaje hacia la historia de su madre que el director divide en 10 capítulos.


Los hechos narrados transcurren durante la guerra civil libanesa, en la cual facciones musulmanas y cristianas emprendieron sangrientos combates. El conflicto duró quince años y se cobró más de 200.000 muertos. La guerra devastó el Líbano, cuyo proceso de reconstrucción comenzó hacia principios de la década del 90. Por supuesto, EE.UU, Israel y Siria participaron activamente en los enfrentamientos, por este motivo se le denomina “la guerra de otros países en suelo libanés”. 


La guerra es devastadora, ese es el mensaje final del film. Pero, además de esa, la historia te ofrece muchas otras lecciones. La película retrata la fuerza de la protagonista, su lucha social y, eventualmente, el amor de la madre, su sufrimiento y pena.


El único aspecto negativo de esta película es precisamente su dureza. Escenas crudas y difíciles de digerir. A muchos les parecerá muy lenta. Es ahí donde radica su belleza, una narración sosegada que te llevará de la mano por los momentos más duros de la cinta.

Magníficas interpretaciones. El reparto de Incendies es una mezcla de algunos actores profesionales y muchos que no lo son. En cuanto a la actriz Lubna Azabal, sólo puedo decir que es extraordinaria, posee de forma natural la fuerza, el fuego de Nawal. Lubna es Nawal.

Incendies te dejará sin aliento, incapaz de articular palabra durante varios minutos después de verla. Tiene un final apoteósico, pero después de la sorpresa te impresiona la ternura del personaje principal al enfrentarse a la verdad. Una película que te atrapará y no podrás apartar de tu cabeza. Yo, por lo menos la llevaré siempre conmigo.