01 agosto 2020

No soy un monstruo: Carne de Mediaset



No soy un monstruo fue escrito por Carme Chaparro, más conocida como periodista televisiva. Esta novela ha sido su debut como escritora. Dicen que su estilo recuerda un poco al de Agatha Christie, creo que entretiene, pero no destaca dentro del género de la novela negra.


Leyendo la novela, en ocasiones, me daba la impresión de estar leyendo el guion de un telefilme de sobremesa. Una historia rocambolesca, llena de giros, demasiados, diría yo. Con unos personajes típicos de cualquier americanada, guapos, listos y buenos, con sus traumas del pasado que logran superar para llegar al esperado final feliz. La trama principal gira en torno a desapariciones de niños.
"La vida se observa con más detalle si abres la perspectiva y enfocas la vista justo en dirección contraria a donde miran todos. A veces la reacción del ojo que mira te da más información que lo que está viendo".
Un centro comercial lleno de gente, le quitas la vista de encima a tu hijo solo un momento y ya está. El niño ha desaparecido. La peor pesadilla de cualquier padre hecha realidad. La inspectora Ana Arén será la encargada de la investigación de esta desaparición que recuerda demasiado a otra acontecida un par de años atrás y que conmocionó a la opinión pública. Un caso que Ana Arén no pudo resolver. La periodista Inés Grau cubrió entonces la noticia y de nuevo recibirá el encargo de la cadena de televisión para la que trabaja. 
"Hija, tienes que ser inteligente. Para eso somos seres humanos. Por eso somos seres humanos. Porque nuestras garras pasaron de las manos al cerebro. Es lo que nos distingue de los animales. Ellos usan la fuerza bruta. Nosotros la inteligencia. Nuestros colmillos afilados están en el cerebro, Ana. Son nuestras neuronas. Utilízalas. No te pelees con las manos. Afila tu cabeza. Es lo que te permitirá ganar las guerras en las que te metas. O en las que te metan".
No soy un monstruo cuenta con una narración cronológica lineal, con algún salto al pasado para completar la biografía de los protagonistas, la autora nos ofrece varios puntos de vista en torno a la investigación y todo lo que se desarrolla a su alrededor, de forma que el lector tendrá una visión global de todo lo que acontece. Cada capítulo viene encabezado por el nombre del personaje en el cual se centra la narración y se combinan dos voces narrativas que se alternan entre la primera persona, para los capítulos desde el punto de vista de Inés, y la tercera persona para el resto. En ambos casos la prosa de Carme Chaparro es sencilla y cuidada, con un buen equilibrio entre narración y diálogo y primando siempre el aspecto más visual de modo que en todo momento el lector se sentirá inmerso en los escenarios y partícipe de los hechos narrados. Tardará poco en saltar a la pequeña pantalla.
"Tú tienes una fuerza y una valentía que yo no me he atrevido a permitirme nunca en mi vida [...]. Pero tú eres diferente. Eres fuerte e inteligente. Tú puedes permitirte muchas cosas, querida. Solo tienes que atreverte a hacerlas. No seas tu mayor enemiga, no te escondas. Tú vales más que todo eso. Y recuerda que, por encima de todo, no tienes que darle explicaciones a nadie. Ya está bien de andar justificándose siempre. ¿Tú ves a tus compañeros justificarse? Que te juzgue quien quiera y como quiera. A ti te tiene que dar igual".
Se intercalan con la trama principal otras subtramas a través de las cuales la autora toca temas como la pérdida, la culpabilidad, la maternidad, el mundo de la televisión, el qué se cuece detrás de una noticia y la parte más metaliteraria de la novela y es que una de sus protagonistas, Inés, además de ser periodista también es escritora.
"El mundo ya no era ese lugar en el que se podía permitir apoyar la cabeza en la ventana caliente de un tren mientras escuchaba música. El mundo volvía a ser un pozo de mierda en el que todo se hundía cada vez más".
Que una de las protagonistas de la historia sea una periodista famosa por salir en televisión y nueva escritora en búsqueda de inspiración, me hace pensar en el porqué. ¿Exceso de ego de su autora? Según ella, esto sucedió de forma natural, ser periodista le ha ayudado en la forma y en el fondo de su historia. Por un lado, su profesión le ha servido para el contenido de la historia, también a escribir de forma concisa sin dejarse llevar por alargamientos innecesarios, pero sobre todo a hacer la novela muy visual.


Estoy segura de que No soy un monstruo acabará convirtiéndose en una serie de ficción de Telecinco a la que Paolo Vasile dará su visto bueno. Carne de Mediaset.

"Todos llevamos un monstruo dentro, al que solo le falta un empujón (a veces solo un empujoncito) para salir a devorar el mundo".