01 marzo 2020

Un corazón demasiado grande: Leer duele



Un corazón demasiado grande es un precioso libro de relatos escrito por Eider Rodríguez Martin, profesora de Lengua y Literatura en la UPV/EHU en Donosti. Ya ha escrito varios libros de relatos antes que este por los que había sido reconocida con varios galardones importantes. Este libro contiene seis nuevos relatos y una antología de sus anteriores creaciones.

Fotografía extraída de un artículo de El Cultural

La autora habla de la clase media vasca y de su día a día, de los intentos de esta por mantener una fachada firme y libre de grietas. Unas sombras que todos tratamos de ocultar o solo mostramos la parte que tenemos bajo control, lo justo. Según la propia autora ha escrito estos relatos para tratar de averiguar qué se esconde tras lo que conocemos como “clase media”, sus miedos, preocupaciones…

 “Hay veces en que se siente emocionalmente minusválida, ya que no es capaz de dirigir sus sentimientos tan bien como Begoña”.
En lo referente a los temas que trata en sus relatos, es muy diverso: la inocencia, la pubertad, la ignorancia, el machismo, la sumisión, el racismo, el amor, el sexo, la política, la guerra, el idioma, la marginación o el miedo. Cada vida de la que habla el relato, aunque parezca lejana, es lo suficientemente tangible como para identificarme con ellas. Sin duda, el estilo narrativo de la autora se lleva todo el mérito. Tiene un estilo natural, doloroso y triste, y no sé explicar cómo la autora consigue esto. Pequeñas historias con el toque justo para hacerte formar parte de ellas, de lo que sufren los personajes en silencio.
“Tengo la costumbre de intentar que mi interlocutor se sienta más importante que yo, y a pesar de que no es más que un gesto de buenas maneras, a la gente le cuesta entenderlo como tal”.
Me costó adaptarme a ese formato. Leer un montón de relatos cortos de unas diez páginas cada uno fue difícil al principio, siempre me quedaba con ganas de más y me chocaba empezar con una nueva historia cada pocas páginas. Pensaba que tenía que desconectar rápidamente de lo anterior para poder empezar de cero y volver a emocionarme. Me equivocaba, lo último que debes hacer es desconectar. 
“El silencio de una chocaba con el silencio de la otra, al cerrarse el frigorífico, al poner los vasos sobre la mesa, cuando los tenedores golpeaban los platos”.
Creo que lo mejor de Un corazón demasiado grande es también lo peor, tiene la virtud de dejar nubes en la mente del lector que cuestan despejar. Los diálogos son muy auténticos, hay mucha verdad en los asuntos cotidianos de los que habla cada relato. Lo normal e incluso vulgar de las historias es tan poderoso y bello que te hace pensar en todo lo que no ves o pasas por alto.
“Cada una de nosotras se esforzaba por huir de su origen, ella a través del estilo y yo a través del intelecto”.
¿No ves nada raro?, ese es uno de los relatos que más me ha impresionado, habla con mucha acidez de los conflictos madre/hija en una historia llena de reproches y momentos cómplices. Me encantan las últimas líneas con las que termina la historia, “Voy a perder a esa mujer para siempre, siempre, siempre”, la autora siempre termina sus historias con esa sensación de pérdida. La muela y Ojos de abeja las recuerdo con desagrado. No me gustaría tener que mentir es muy dura y La semilla de las que se te atragantan. Y poco después ahora es entrañable y muy triste, igual que ocurre con Gatos. Todas tienen en común el desasosiego.
"...una hora y cuarto antes de lo que le había dicho, setenta y cinco minutos capaces de condicionar toda una vida".
Un corazón demasiado grande es un grandes éxitos de Eider Rodríguez Martín que duele.
"Hicimos el camino de regreso agarradas de la mano. Sentía que aquella tarde había encontrado algo especial, un hechizo como el que sentía cuando reunía conchas en la playa, y quise retenerlo, atraparlo para que no escapara, para que viviera dentro de mí siempre, aunque sabía que, al alejarme del lugar, el hechizo iría desvaneciéndose poco a poco”.