01 mayo 2020

A sangre fría: Un libro escrito con sangre





Truman Capote nació en Nueva Orleans en 1924. Definido por sus biógrafos como el típico hijo de un hogar de padres separados. Sinceramente, no entiendo bien qué querían decir con eso.

"¿Qué es la vida? Es el brillo de una luciérnaga en la noche. Es el hálito de un búfalo en invierno. Es la breve sombra que atraviesa la hierba y se pierde en el ocaso"
Según confesión propia, comenzó a escribir para paliar el aislamiento en el que transcurrió su infancia. Hecha virtud la necesidad, el joven Truman se emplea como redactor de New Yorker con tan sólo 18 años. A los 21 abandona la redacción y publica un relato, Miriam, en la revista Mademoiselle. La crítica, que le aplaude sin reservas, le considera un discípulo de Edgar Allan Poe y habla de su estilo como “gótico introspectivo”. 



Su primera novela, Otras voces, otros ámbitos, de tintes claramente autobiográficos cuenta en sus páginas la experiencia de un niño, Joel, que busca a su padre en el profundo Sur. Fue un éxito literario de alcance internacional cuando se publicó por primera vez en 1948, situando al autor en un lugar destacado entre los escritores, artistas, y la élite neoyorquina. Comenzó a decirse que hacía de la charla un arte y del chismorreo literatura.



Comenzó a escribir A sangre fría en 1959 y finalmente fue publicada en 1966. Para hallar la documentación necesaria para el libro el autor realizó un exhaustivo trabajo de campo sobre los hechos ocurridos el 15 de noviembre de 1959, en un pueblecito de Kansas, los cuatro miembros de la familia Clutter fueron salvajemente asesinados en su casa. Los crímenes eran, aparentemente, inmotivados, y no se encontraron claves que permitieran identificar a los asesinos. Cinco años, cuatro meses y veintinueve días más tarde, el 14 de abril de 1965, Dick Hickcock y Perry Smith fueron ahorcados como culpables de las muertes en la penitenciaría del estado de Kansas.



Después de la amplia cobertura mediática inicial concedida a los asesinatos, así como a la posterior detención y asesinato de los autores confesos es lógico que los cuatro homicidios perdieran interés, e incluso se olvidaran ante la constante aparición de titulares sensacionalistas sobre crímenes similares. Todo comenzó como un encargo del New Yorker, la famosa revista estadounidense, esto dio lugar a su obra maestra.
"Es fácil no hacer caso de la lluvia si se posee un impermeable"
Precisamente, el interés, tanto profesional como personal, del escritor y periodista Truman Capote impidió que aquellos crímenes quedasen relegados de la memoria colectiva a través de la primera novela que conjugaba la ficción literaria con la labor periodística, A sangre fría, bautizada por él mismo, de forma provocativa como una «non fiction novel».



Inspirándose en aquellos trágicos acontecimientos y con la colaboración de su amiga Harper Lee (Matar a un ruiseñor), Capote narra la crónica de los asesinatos con una prosa de admirable realismo, percibiéndose la exhaustividad de su investigación previa a la redacción. A pesar de implicarse directamente en los sucesos descritos a lo largo de toda la novela, el escritor opta por la tercera persona narrativa, un narrador omnisciente que intenta dotar de objetividad al relato, distanciándose del tono sensacionalista predominante en los medios ante crímenes similares. 
"Pocas personas son capaces de demostrar un principio de ética común cuando su deliberación está envenenada de emociones"
Lo mejor de A sangre fría es la exhaustividad de la investigación periodística realizada por Truman Capote junto a Harper Lee. La objetividad del autor, distanciándose del tono sensacionalista empleado en el asesinato de la familia Clutter, denotando un gran respeto hacia las víctimas e incluso hacia los “supuestos” autores del crimen. Un retrato de Estados Unidos a través de la percepción desarraigada y violente de las personas a quienes se les negó el sueño americano y las consecuencias de su frustración. En la obra Capote nos brinda su visión de la doblez de la vida norteamericana. 



A sangre fría es un libro estremecedor que, desde la fecha misma de su publicación, se convirtió en un clásico. La obra estableció las bases del «Nuevo Periodismo», el autor consiguió una novela que conjugaba la exhaustiva investigación periodística con la ficción literaria para obsequiar al lector con un retrato incómodo de los Estados Unidos al denunciar las consecuencias de la marginación social, la verdadera ausencia de oportunidades del sueño americano, la frustración de las promesas incumplidas que deriva en la violencia contra aquellos que lo representan. Un relato estremecedor en el que la justicia no es igual para todos, sino que depende de la mano que empuña el arma y dispara.

"¿Qué más da? En la eternidad todo es lo mismo. Porque recuerda esto: si un pájaro llevara la arena, grano a grano, de un lado a otro del océano, cuando la hubiera transportado toda, eso sólo sería el principio de la eternidad"