01 julio 2021

El corazón es un cazador solitario: La soledad de los marginados


Ficha técnica


En Mi autobiografía de Carson McCullers de Jenn Shapland se dice que McCullers, autora de El corazón es un cazador solitario, acababa de mudarse a Nueva York y pasó el 14 de junio de 1940, el día que se publicó el libro, en una habitación de hotel “aislada y sola” como los personajes de dicha novela. Ella tenía solo 23 años cuando la escribió, tiempo aparentemente insuficiente para realizar un análisis tan minucioso del ser humano y hacerlo con una mirada tan madura y profunda. Son impresionantes las escritoras tan jóvenes.


Portada del libro My autobiography of Carson McCullers

En la biografía de Shapland se cuenta que fue una mujer con una vida muy difícil, se casó con el mismo hombre dos veces en un matrimonio que le hizo muy infeliz. Por otro lado, se enamoró u obsesionó de Annemarie Schwarzenbach, doctora en filosofía, arqueóloga, periodista, fotógrafa y novelista suiza; sufrió depresión y alcoholismo, muy joven tuvo fiebre reumática, enfermedad que la dejó débil y con una pésima condición cardiaca de la que murió a los cincuenta años.


Retrato de Carson McCullers 

En la novela te encuentras con unos personajes alienados que intentan sobrevivir a la soledad y al rechazo social a través de la única conexión humana que tienen a su alcance: un chico sordomudo que parece el único dispuesto a escucharlos de verdad. Irónico, ¿verdad? El que fisiológicamente no puede oír parece el único que sabe escuchar y todos los personajes le buscan desesperadamente para aliviar su soledad.

“Lo más fatal que un hombre puede hacer es tratar de estar solo”.

Está claro que es una novela de personajes, de personajes fracasados, que pertenecen a todos los tiempos y lugares, quizá por ello la autora no especifica el nombre del lugar donde se ubican. Son personajes universales que han superado el tiempo y el espacio y que han llegado hasta nosotros porque compartimos con ellos muchos de sus desengaños.
“En la ciudad había dos mudos, y siempre estaban juntos”.
Con esta frase comienza el libro. Los mudos son John Singer y Spiros Antonapoulos, los mejores amigos que viven juntos en una ciudad obrera, sin nombre, en el sur de Estados Unidos hasta el día que internan a Antonapoulos en un manicomio en otra ciudad. Cuando Singer se queda solo, se muda a la casa de huéspedes de la familia Kelly y comienza a frecuentar el café Nueva York. Así conoce a los otros cuatro personajes principales que durante el resto de la novela lo buscarán para hablar con él: Mick Kelly, una niña de trece años que sueña con ser compositora; Jake Blount, un alcohólico comunista que acaba de llegar al pueblo; el doctor Copeland, un médico afroamericano, y Biff Brannon, el dueño del café. El libro narra el año que dura la relación de estos cuatro personajes con Singer, que como sordomudo es capaz de entenderlos, pero no de responderles. Esto no impide que todos vuelvan una y otra vez a verlo en busca de compresión.


Trailer oficial de la película de 1968, El corazón es un cazador solitario

El corazón es un cazador solitario 
tiene un estilo, aparentemente sencillo, en el que las oraciones simples se suceden y encadenan para hilvanar más ágilmente el relato. Cada oración simple es una pincelada, pequeña y limitada que le permite narrar la historia de un modo cercano, ligero y fácil. Utiliza la segunda persona que, en ocasiones, combina con la primera.

“Te necesito; es una soledad que no puedo soportar”.

Pero no sólo utiliza la narración, sino que describe perfectamente múltiples facetas del ser humano, tanto físicas como psíquicas y de la naturaleza que lo rodea, utilizando para ello la acumulación adjetival. También a través de la descripción muestra la pobreza, sordidez y marginalidad de la ciudad en la que se mueven los personajes.

“Parecía estar tranquilo pero meditativo, algo que a menudo se descubre en las caras de las personas muy tristes o muy juiciosas. Pero seguía vagando por las calles de la ciudad, siempre silencioso y solo”.

Es sorprendente cómo los temas políticos que toca la novela siguen vigentes. Todos los personajes se encuentran insatisfechos con sus circunstancias. Todos son productos de su época. Pero en sus discursos a Singer, encuentras ecos que retumban hacia el presente, por ejemplo con las manifestaciones después de la muerte de George Floyd; con las limitaciones que la pobreza pone a los sueños de las personas; con las discusiones sobre la voracidad del capitalismo.

“Por cada hombre rico, hay un millar de pobres que trabajan para que este rico se haga más rico”.

Los diálogos son otro tipo de lenguaje utilizado por la autora para exhibir el alma de sus personajes. Es interesantísimo el febril diálogo entre el doctor Copeland y Jake Blount en el que con sólidas argumentaciones, a mi parecer, hacen una exhaustiva denuncia social. Su despiadada dialéctica pasa revista a las injusticias de la sociedad; la desigualdad, el racismo y la crueldad que se ejerce contra ellos, los salarios de los obreros, las enfermedades, las mentiras venenosas que no les permiten saber, la riqueza del país y el hambre, la pobreza extendida, la explotación de los seres humanos…

“Porque, bajo este sistema, los cerdos son valiosos y los hombres no. No se pueden hacer costillas y salchichas de cerdo de los flacuchos niños de las hilanderías”.

En todos sus libros (cuatro novelas y un libro de cuentos) regresa siempre a los mismos temas: amores no correspondidos, alienación social y el intento infructuoso de conectar con otros seres humanos. Su vida, como la de muchos de sus personajes, se encuentra marcada por la tragedia. La autora escoge de entre todos los seres humanos, a marginados, perdidos, débiles, fracasados, personas con discapacidad, alcohólicos, adolescentes, seres solitarios que buscan salir de su aislamiento, pero no logran superar la incomunicación.


Frase de Carson McCullers

A ochenta años de su publicación, El corazón es un cazador solitariohabla tanto del presente como del pasado. La autora no tiene una respuesta para la soledad que está sintiendo, pero al menos está allí para hablarte de verdad. Animo a todo el que me lea a buscar su propio John Singer, y que se atreva a ir un paso más allá y hacer lo realmente complicado: convertirse en el Singer de otros, solo escucha activa, sin emitir juicios de valor.

“Cuando conocen la verdad, ya no pueden seguir siendo oprimidos”.


Portada del libro The heart is a lonley hunter