01 abril 2020

Frankenstein o el moderno Prometeo: Creación magnífica



La autora de Frankenstein o el moderno Prometeo es Mary Shelley (Londres, 1797-1851), nació como Mary Godwin, mujer que con tal sólo 19 años escribió esta gran novela. La escritora cargó con el peso de la muerte de su madre toda la vida, su madre murió a los pocos días de nacer ella; creo que se apoyó en aquel trauma para pasar de ser la hija de Godwin, apellido de su padre, para convertirse en nombre propio. 
 



Su vida no fue fácil. Vivió siempre de manera muy precaria, lo hizo como ella consideró que era correcto. Su novela más exitosa fue Frankenstein o el moderno Prometeo, aunque escribió casi una decena de libros después del que fue su debut literario. Tras un viaje por Europa que realizó con su hijo, del que dejó constancia en el libro Caminatas en Alemania e Italia en 1840, 1842 y 1843, murió durmiendo en 1851 por un tumor cerebral. Os recomiendo leer una biografía de la apasionante vida de Mary Shelley, concretamente la de Charlotte Gordon, Mary Wollstonecraft. Mary Shelley, una de las pocas biografías que existen de madre e hija, su madre fue una reconocida autora feminista del siglo XVIII.
"En todo signo de alegría adivinaba una burla, un insulto hacia mis sentimientos, una nueva demostración de que no estaba destinado a la felicidad ni a los gozos de la vida".
Frankenstein o el moderno Prometeo cuenta la historia del monstruo gigantesco creado por el doctor Víctor Frankenstein en su laboratorio. Esta creación resulta ser originalmente bondadosa, cariñosa y sentimental, pero acabará actuando brutalmente. Solitario y de proporciones desmesuradas, será odiado y temido por todos. Repudiado y exiliado del mundo civilizado, matará por venganza al hermano y a la prometida de su creador, que lo perseguirá hasta los océanos de hielo de las tierras árticas. Allí, Víctor será asesinado por su criatura y desaparecerá para no volver nunca más. 




Frankenstein o el moderno Prometeo fue completamente rompedor en esa época. Ese derroche de imaginación que muestra la autora se sujeta en algo muy real. Es una mezcla entre ciencia y fantasía. Entre los relatos de terror gótico tiene un lugar destacado, incluso me atrevería a decir que es y será insuperable.
"¿Por qué se vanagloria el hombre de una sensibilidad superior a la de las bestias? Esto tan sólo nos convierte en seres más dependientes. Si nuestros impulsos se limitaran al hambre, la sed y el deseo, podríamos ser prácticamente libres. Pero nos conmovemos por el viento que sopla, una palabra cualquiera o la imagen que esa palabra despierte".
Es como si la autora para inspirarse hubiese mezclado magia y experimentos científicos. Lo que me sorprendió de la novela fue que el monstruo tuviera una alta capacidad intelectual, tan alta que mantenía conversaciones filosóficas con su creador y sus pensamientos eran muy complejos, es un libro con mucha profundidad filosófica, además de tener una estructura narrativa extraordinaria. Una prosa muy clara, limpia, amena, que te va llevando sin contratiempos a través de una espectacular historia. La alegoría que hace de Dios y Adán, en este caso representados por el doctor Víctor y su creación es sencillamente magistral. La atmósfera de la novela es fascinante, te atrapa, te cautiva, te envuelve. 




En la obra es la sociedad la que vuelve maligna la criatura artificial. La malignidad del monstruo es provocada por la soledad a la que es condenado. Esta idea proviene del padre de Mary, el pensador libertario William Godwin, que pensaba que la soledad engendraba vicios y que la felicidad sólo podía surgir de objetivos de carácter social.
"¡Maldito creador! ¿Por qué me hiciste vivir? ¿Por qué no perdí en aquel momento la llama de la existencia que tan imprudentemente encendiste?".
Frankenstein o el moderno Prometeo es probablemente mi libro favorito, una estupenda reflexión sobre la moral científica, la creación y la destrucción de la vida. Me impactó mucho por la sensibilidad con la que habla de un ser diferente, cómo habla de la soledad y de su deseo de formar parte de un mundo en el que no tiene cabida. Difícil no sentirse identificada con el monstruo de Frankenstein.
"Cuando la mentira se parece tanto a la verdad, ¿Quién puede creer en la felicidad? Me parece estar andando por el borde de un precipicio, hacia el cual se dirigen miles de seres que intentan arrojarme al vacío".