Esta película
consiguió lo que otras muchas no logran, asustarme y asquearme a partes
iguales. El género de A ciegas no es
de terror pero deja algunos momentos angustiosos y escalofriantes. Sin duda,
puede remover estómagos y también conciencias.
Una extraña
epidemia de ceguera asola todo un país y los afectados son puestos en
cuarentena, pero resulta imposible contener la enfermedad y las calles acaban
llenándose de gente ciega. A medida que aumenta el temor y la crisis en el
país, las personas se convierten en presa de los más bajos instintos del ser
humano, llegando a los extremos más miserables.
Es un
argumento catastrófico pero a lo mejor no esté tan alejado de la realidad.
Asusta pensar que la película pueda ser una representación de la sociedad y la
condición humana. Después de verla te preguntas si en realidad los seres
humanos podemos vivir de forma justa y en paz, si nos puede la codicia o si una
sola manzana podrida es suficiente para estropearlo todo. ¿Tomaríamos buenas
decisiones en una situación extrema?
Es demoledor
ver cómo se va creando una nueva sociedad dentro del centro en el que están y
que, en vez de basarse en la solidaridad, ya que todos están sufriendo el mismo
problema, impera la ley del más fuerte y todo va degenerando hasta puntos
insospechados. En vez de ayudarse los unos a los otros, el grupito de los
“fuertes” aterroriza al resto. ¿Así somos cuando convivimos en grupo? ¿En qué
lado solemos ponernos cuando estamos rodeados de otra gente? Es fácil pensar
que somos de los buenos, pero ¿podemos estar seguros de ello?
A ciegas está dirigida por Fernando Miralles, su
anterior film ‘El jardinero fiel’ deja el listón muy alto, pero de esta cinta
destaca sobre todo la fotografía. Con un exceso de luz, pocos diálogos y muy
cortos, Meirelles quiere poner al espectador del otro lado, mientras los
personajes no pueden ver. El planteamiento del director es que el público
perciba la historia solo con la vista y para ello te conduce a través de una atmósfera
“blancuzca” que logra transmitir el caos existente en la historia.
Entre los
actores destaca, cómo no, Julianne Moore, quien lleva todo el peso de la
película. Una actriz todo-terreno. Creo que no está suficientemente reconocida
su labor, yo siempre recordaré su borrachera en ‘Un hombre soltero’. Gran papel
el de Julianne Moore, muy bien acompañada por Mark Ruffalo y Gael García
Bernal.
Esta película
está basada en una novela de José Saramago ‘Ensayo sobre la ceguera’, un libro
muy aclamado que no he leído aún, pero he investigado y según dicen el libro es
mucho más crudo y violento. Aunque el escritor, después
de ver la película basada en su obra, manifestó estar plenamente satisfecho de
la versión en imágenes de sus palabras escritas.
Recomiendo A ciegas con reservas, es tremendamente
dura y se sufre mucho viéndola. Pero como dijo Sidney Lumet, director de ‘Network,
un mundo implacable’: “El cine en el que creo obliga al espectador a
enfrentarse a su propia conciencia, a estimular su inteligencia”.
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