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Ficha técnica |
Tráiler de la séptima temporada de Black mirror/Fuente: YouTube
El capítulo comienza con el día a día de un matrimonio de clase media que está intentando tener un hijo, una pareja corriente, que viven modestamente bien y cuyo mayor lujo es viajar una vez al año al hotel donde pasaron su luna de miel para celebrar su aniversario de bodas.
Debo elogiar el enorme trabajo de sus protagonistas, Rashida Jones y Chris O’Dowd. Su retrato de esta pareja tan corriente, tan cercana, auténtica, es lo que consigue elevar a otro nivel el dolor que provoca esta historia. Y es que el título del episodio no podría describirles mejor, son gente corriente como la que todos conocemos o en quienes nos vemos reflejados, con trabajos mundanos, sueños corrientes y pequeños caprichos ocasionales. Y esa cercanía, y la habilidad de ambos para transmitirla, consigue que nos metamos muchísimo en la historia.
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Los protagonistas de Gente corriente antes de que la desgracia golpee la puerta de sus vidas/Fuente: www.vanitatis.elconfidencial.com |
Pero esa idílica normalidad se rompe cuando Amanda se desmaya en su trabajo y en el hospital descubren que tiene un tumor en el cerebro que se ha extendido demasiado y que probablemente jamás saldrá del coma en el que ha caído. En ese momento, es cuando aparece un aparentemente comprensivo personaje para venderles un servicio de suscripción en el que un ordenador rellena esa parte del cerebro dañado y le permite seguir teniendo una vida normal. La oferta es de 300 dólares mensuales, pero solo al principio.
Un extracto de Gente corriente/Fuente: Netflix
De esa forma, la vida de Amanda y Mike entra en una espiral de miseria cada vez mayor, viendo cómo todas sus ilusiones y sueños se hacen añicos y sus vidas se reducen a hacer todo lo posible para no retrasarse en pagar unas facturas cada vez mayores. Brooker ataca con saña esa tendencia cada vez más extendida, y compartida por un mayor número de compañías, de no vender sus productos, sino cobrarte por una licencia de uso que tendrás que seguir pagando eternamente mientras quieras disfrutar de sus servicios, que en este caso concreto se trata de la vida de Amanda. Una auténtica pesadilla que cumple paso por paso lo efectuado por Netflix estos años.
- "No podemos pagar eso. Eso es… No podemos.
- No os preocupéis por eso. Si decidís no cambiar de plan, continuaréis en "Rivermind Corriente".
- ¿Corriente?
- Y podréis seguir disfrutando de la experiencia que ofrece el servicio que ya tenéis contratado al precio actual.
- No podemos permitírnoslo. Estáis enfermos".Una de las fortalezas de Gente corriente es que mezcla varios temas en menos de una hora. Es decir, que en ese tiempo limitado tenemos una historia de amor y muerte, una crítica a la búsqueda despiadada del beneficio económico a toda costa y una demostración de la degradación humana en internet y es que para costear el tratamiento de la mujer, el marido cuelga vídeos denigrantes en la red.
Un extracto de Gente corriente/Fuente: Netflix
Hacía tiempo que no encontraba una historia de amor tan trágica, el episodio es dolorosísimo, ya que Brooker no hace ninguna concesión hacia la esperanza, y nos muestra aquí con toda su crudeza una realidad que demasiados ejecutivos matarían por poder hacer realidad, esto da mucha rabia. Una rabia más que comprensible que cualquiera con un mínimo de decencia y humanidad comparte, viendo no solo los abusos que cometen este tipo de compañías. En fin, Gente corriente genera mucho malestar y desasosiego, pero no te pierdas el capítulo.
- "Amanda… Si te quedas en el paro, no vamos a poder pagar ni siquiera el plan corriente.
- Ya lo sé.
- Lo arreglaremos. Lo solucionaremos. Lo solucionaré".



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