01 agosto 2025

El celo: romper el alma

 


Ficha técnica

Sabina Urraca nació en el País Vasco, creció en Tenerife y vive en Madrid. Ha colaborado y colabora en diversos medios españoles (El País, Cinemanía, Eldiario.es, Salvaje, Vice). Ha publicado: Las niñas prodigio, Soñó con la chica que robaba un caballo y El celo, de la que hablaré a continuación. Es, además de una gran autora de novelas, una exitosa editora. Como toda escritora, incluye en la novela experiencias y emociones personales, pero defiende, ante todo, la idea de ficción.

 

Sabina Urraca/Fuente: www.glamour.es

No hacen falta nombres propios para conectar con los personajes, a la protagonista la conocemos como la Humana, al maltratador como el Predicador y a la perra simplemente como la Perra. En la historia se va intercalando la temporada de celo de la Perra con los recuerdos y el presente de la Humana, una mujer maltratada. No obstante, no sólo La Perra le impone salir de su aislamiento, sino también la obligación de asistir en la unidad de salud mental a una terapia de grupo para mujeres maltratadas. Los lazos afectivos allí creados, en especial con Mecha, resultan de gran ayuda para su recuperación.

“No lo reconocería ni a palos, pero la Humana piensa que no es como esas mujeres en círculo. Claro que no. Lo que ella ha vivido es otra cosa”. 

Considero El celo una fábula contemporánea, están presentes los cuentos que le contaba la Abuela durante su infancia, los de otros y por último, los que se cuenta a sí misma.


Podcast: La Hora Extra/Fuente: Cadena SER

Uno de los mayores aciertos de esta novela respecto a la violencia machista es el haber puesto la mirada en el después de las víctimas, sus secuelas psicológicas, que las conducen, no pocas veces, a una adicción a los antidepresivos y otras drogas, así como esa dependencia emocional o sexual que las atrapa sin solución.


Sabina Urraca y El celo/Fuente: YouTube

Plantea ideas interesantes, habla de la Fuerza, un poder sexual que la Humana explotó en la adolescencia, y que perdió a lo largo del tiempo con el Predicador. Esa fuerza, para él incontrolable, cuestiona su virilidad; desde ese momento, él se propone someterla. Primero la aleja de la ciudad llevándola al campo y, una vez allí, utiliza los mecanismos de la violencia machista: la humillación y la violencia, tanto física como psicológica. Únicamente un aborto espontáneo despierta un instinto primario y animal de supervivencia, permitiéndole escapar de él y regresar a la ciudad.
“¿Cómo se podía odiar tanto a alguien y, al mismo tiempo, ser incapaz de existir sin él?”.
Parece como si la Humana hubiera pasado por un proceso de sometimiento por parte de su pareja que la ha convertido en un animal domesticado, incapaz de expresarse y que parece haber perdido su humanidad.
“[…] está en la vida, pero no ejerce”.
La doma pretende anular los instintos más básicos, domesticar un comportamiento considerado salvaje hasta someter a la persona o animal y convertirlo en alguien manso y obediente. Así descubrimos el modo en que La Humana fue sometida por El Predicador en un proceso de amansamiento y debilitamiento.
“¿Qué necesidad hay del demonio cuando basta la persona?”.
El celo trata de las heridas que dejan en el cuerpo y el alma una relación tóxica. Sólo, al final, La Perra tendrá nombre, no como un acto de domesticación, sino de arraigo y de vínculo, de inicio y de fin. Nombrar para sanar. Contar para sanar. Creo que la intención de la autora a la hora de dar forma al libro era exponer la importancia de que las víctimas hablen y sean escuchadas. Un libro brillante, difícil, cruel y tierno, como la vida.
“El terror agranda el objeto, como el amor”.


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