01 julio 2018

Tercera temporada, ¿cuánto valgo?


Caída en picado es el primer capítulo de la tercera temporada. Hay dos cosas increíbles en él: la actriz principal del capítulo y el director.


La protagonista es Bryce Dallas Howard, su interpretación aquí es deliciosamente desquiciada. Siempre he pensado que la carcajada y la risa desternillante es lo más difícil de fingir para un actor o actriz, aunque en este caso tú eres consciente de que el personaje lo hace todo de manera forzada y lo que es dos veces mentira se convierte en algo muy auténtico. 


Ella viste como si fuera un algodón de azúcar, sus modales son más que exquisitos, siempre con la palabra correcta en el momento oportuno. Vamos que en cualquier momento podría sufrir un subidón de glucosa.

El otro ingrediente de la historia es el director de Caída en picado, Joe Wright, él aporta su gran ojo visual previamente visto en Expiación y Hanna para influir en esta historia de futuro social repleta de brillantes colores. Como si a la realidad se le hubieran puesto filtros color pastel.

Está ambientado en un mundo en el que todos evalúan constantemente a los demás en una escala de calificación de cinco puntos,  y la puntuación final de una persona termina dictando la forma en que son tratados por el entorno que los rodea. ¿En qué se diferencia de lo que ocurre cualquier día de tu vida? ¿Cuántas veces hemos respirado hondo antes de ponernos a interpretar el papel de nuestra vida? ¿Cuántas máscaras llevamos encima?



La idea en sí es bastante sencilla, pero termina siendo una sátira social sobre el poder de los juicios de valor. Todo esto llevado al extremo, aunque creo que de todos los aparatos raros que hemos visto en Black Mirror, este es el único que ya es una realidad. Solo falta que se den algunos pasos para llegar al mismo punto de Caída en picado. En este artículo podéis leer que en algunos países estos pasos ya se han dado.

Nuestra adicción a la validación es tan fuerte que incluso sin obtener ninguna recompensa externa, ya nos sentimos mejor. No se trata solo de conseguir un like en las redes sociales. Cualquier tipo de aceptación nos reconforta venga de quién venga, incluso de un desconocido al que no vamos a volver a ver. Pero cuando esa aceptación proviene de alguien conocido sientes que tu falsedad es un triunfo y que has logrado hacer creer a alguien lo que no te crees ni tú. Todos y todas somos un poco farsantes, un poco ilusos, un poco raros…

Soy la primera que reacciona como una niña pequeña ilusionada cuando recibo un retweet o un corazón en Twitter y ya no os digo nada si me dejáis un comentario…


AVISO SPOILER ⚠

Me encanta el final del capítulo, ella termina siendo libre por primera vez en un calabozo, una contradicción preciosa. Prisionera en la calle y un pájaro estando encerrada. En la escena final ella suelta todos los disparates que se le pasan por la cabeza. Con la euforia de un Pinocho convertido en un niño de verdad.

1 comentario:

Comenta sin reparo todo lo que te pase por la cabeza, estaré encantada de leerte